jueves, 17 de abril de 2008

Las 5.

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Te vas.
Tras de ti un piano desafinado grita una despedida.
El aire congelado en una nube de humo
me asfixia.
Son las cinco.
Salgo a la ventana imaginando ver tu sombra perseguirte
y es mi deseo el que deja huella por debajo de tus pasos.

Pisoteado.

Cruzo la distancia del suicidio pero me rescata el tiempo.

Son las cinco menos tres minutos.



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5 comentarios:

yo, la reina roja dijo...

Me gusta la metáfora que va arrastrando tus zapatos.

Un abrazo.

Croylena dijo...

Aunque no lo parezca (si, lo sé, soy muy perra), te echo de menos...
Gracias por volver a dejar tu huella en mi :)
Un beso muy grande nena!

Anónimo dijo...

Al tiempo siempre lo elegimos como el malo de la película/historia, pero... en realidad es el héroe. Siempre lo cura todo (nadie se lo cree, pero él y yo sabemos que es cierto. Lo prometo...)

Un besote!

JuAntonio dijo...

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Me voy.
Tras de mí, tú. Desafinada mi despedida como un piano que grita.
En una nube de aire el humo se asfixia y tú te congelas.
Son las cinco.
Me alejo y desde la ventana tu sombra cae sobre la mía
y son los pasos de tu sombra los que dejan huella en tu deseo, en mi huida.

Sombras, tránsfugas.

Me alejo y la distancia entre los dos se suicida, el tiempo ha pasado, fue rescatado.

Son las cinco y tres minutos.


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Klover dijo...

Ese retroceso me ha atrapado...

Un besote reina

Otra vez será, será por días aunque...a este paso se me va a olvidar vuestra jeta ;) xD