domingo, 8 de noviembre de 2015

Sin t`tulo


  Y no me duele que te fueras
  sin decir adiós ni cerrar la puerta,
  al fin y al cabo yo siempre la dejé abierta para ti,
  culpa mía.

  No me duele el silencio
  ni las ganas de ti,
  ni me duele nada que tenga que ver con tu risa.
  No me duele nada de ti.

  Me duelo yo,
  aunque suene mal y esté peor  escrito.
  Me duelen las tripas,
  me duele la tristeza,
  me duele no saber cerrar la puerta tras de ti.
 
  Y me río,
  me río por ser la misma gilipollas de siempre,
  y eso me duele más aún.

1 comentario:

Óscar Sejas dijo...

No seas tan dura contigo misma. Nadie tiene la culpa de amar y darlo todo.