Y no me duele que te fueras
sin decir adiós ni cerrar la puerta,
al fin y al cabo yo siempre la dejé abierta para ti,
culpa mía.
No me duele el silencio
ni las ganas de ti,
ni me duele nada que tenga que ver con tu risa.
No me duele nada de ti.
Me duelo yo,
aunque suene mal y esté peor escrito.
Me duelen las tripas,
me duele la tristeza,
me duele no saber cerrar la puerta tras de ti.
Y me río,
me río por ser la misma gilipollas de siempre,
y eso me duele más aún.
1 comentario:
No seas tan dura contigo misma. Nadie tiene la culpa de amar y darlo todo.
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