martes, 27 de julio de 2010

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Lucho por no quedarme dormida. He llegado a la oficina con los ojos practicamente cerrados. Pensé que no sería capaz de subir las escaleras, así que las he bajado hasta la planta -1, y me he agenciado un Caffé Latte frío y he puesto en marcha el ascensor.

Ha pasado hora y media. Estoy despierta (creo) aunque vivo en un sueño continuo. La mañana está tranquila, demasido, como siempre. No hay llamadas que generen el chispazo definitivo para que salte de la cama. La sala está desierta. Por suerte al fondo a la izquierda alguien consigue alegrarme la vista.

Siento una pesadez que me puede, estoy drogada. Por suerte no hace calor, lo que me recuerda que ultimamente la gente me sonríe en el metro cuando saco el abanico. Estoy haciendo feliz a mucha gente aunque no os lo creáis.

Abandono esto por el momento que me han comentado que en un ratito comienza la fiesta de llamadas.

Saludos a todos.

1 comentario:

Manuel Granados dijo...

Te parece atractivo el tipo que tienes al fondo a la izquierda??
Prueba a ocultarte boca y nariz con el abanico mientras miras al que te está sonriendo y entonces mueves los párpados repetidas veces con un gesto coqueto. Seguramente le sacarás una carcajada.
Espero que hayas disfrutado en la fiesta de llamadas.
Saludado quedo. Queda saludada tú tb :P.