sábado, 1 de diciembre de 2007

TurbulenciaS


“Las turbulencias presagiaban lo peor”. No era la primera vez que le ocurría ni iba a ser la última si no le ponía remedio. Pero no podía... por alguna extraña razón era imposible quitarse esa idea de la cabeza.

Se levantó en mitad de la noche creyendo sentir que su cama se movía. No era así. Las pastillas para dormir conseguían que estuviera dormido - casi muerto diría - durante 5 ó 6 horas seguidas a lo sumo, y aunque su cuerpo quedaba totalmente aniquilado sobre el colchón la mente le seguía jugando malas pasadas. Pesadillas.


Encendió la luz de la mesilla y se aseguró de que realmente había sido sólo un mal sueño. Se dio cuenta de que estaba empapado, la boca la tenía seca y los labios agrietados. Fue hasta la cocina a por un vaso de agua y después pasó por el baño a lavarse la cara y secar su sudor. Se reflejó en la mampara cristalina de la ducha al tiempo que se encontraba con él mismo de frente. Apoyado en el lavabo y con la mirada fija en su propio rostro, se quedó clavado durante un intervalo de tiempo indeterminado.


- ¡Rogger!



Volvió a despertar. Se alejó del espejo. Las piernas le temblaban. Se apoyó en la fría pared y deslizó la espalda por ésta, al ritmo que sus rodillas dobladas se iban encontrando con su pecho.


- ¡Rogger! ¿Estás bien?

- Sí, maldita sea. Estoy bien. - decía entre dientes.

- ¡Rogger! ¿Qué te pasa? Tiritas y aquí hace calor.

- No tirito. Estoy bien, ¡Joder! Estoy bien.


Tiró de la toalla que se encontraba a su derecha encima del radiador y se tapó con ella. Todo su cuerpo se estremecía y el intentaba abrazarse a sus piernas a la vez que intentaba tapar sus oídos.


- Rooogger... Yo creo que no estás bien.





Se incorporó al ritmo que le permitieron los músculos. Sus manos se deslizaban por los azulejos empapados. El vaho estaba cubriendo todo el espacio. Abrió el botiquín y atrapó el bote de tranquilizantes. Se tragó uno con la saliva, después bebió agua. Intentó respirar profundamente y se dio cuenta que el aire no le llegaba a los pulmones. Un pitido salía de su pecho.


Agarró el pomo de la puerta y lo giró. Esta no abría. Ni si quiera recordaba que la hubiera cerrado.


- Esta vez no podrás salir Rogger. No sin escucharme antes.

- Sólo estás en mi cabeza. No existes. - Se repetía una y otra vez mientras daba golpes y patadas a la puerta. Sólo tengo que concentrarme y pensar en algo gracioso - se decía en sus adentros.

- Rogger mira el espejo.


Continuó en la puerta, sin golpearla, sin patearla. Intentando respirar lentamente, profundamente, hasta asegurarse que el aire llegaba a los alveolos.


- Rogger mira el espejo. Rogger mira el espejo. Rogger mira el espejo

- ¡Cállate!! Maldito seas. Cállate.

- Lo haré cuando vayas hacía el espejo.

- Te odio.


Otra vez delante del espejo. Sin mirarse.



- Mírate, ¿te gusta lo qué ves?

- ¿Por qué me torturas?

- Lo haces tú solo. No me tomes a mí por loco. El loco eres tú.

- Déjame salir.

- ¿Qué sientes, Rogger? ¿Qué sientes al mirarte? Vamos Rogger, dime, dime que sientes.


- Odio. Eso es lo que siento cada vez que me pongo delante de ti. Asco, repugnancia. En ti me veo a mí mismo y no lo soporto porque yo mismo me odio.

No quiero enfrentarme a ti cada mañana, cada día. No quiero ver como se clavan en mí las miradas de los demás. Ya lo soporté mucho tiempo. Desde niño aguantando burlas. No sólo los niños son crueles, los adultos nos volvemos más si cabe. Empezando por mí mismo que rasgaría cada parte de mi para volverme a crear.
Pero no lo entiendes. No sabes lo que eso supone porque tú simplemente eres un reflejo de mí. Ni sientes ni padeces, si no que calcas cada milímetro de mi cuerpo.¿No eres lo suficiente creativo para ser diferente?
Y te llevo atado a mí constantemente. Eres la mayor carga que mi triste existencia puede aguantar. Triste porque yo me lo propuse, quizás yo me lo busqué y ahora ya no encuentro remedio a este suplicio que la obsesión me ha causado.
Y miento si te digo que no me importa lo que piensen los demás, miento si grito que me da igual lo que digan. MIENTO. Soy un cabrón mentiroso, pero es la única forma que tiene mi mente de creerse lo que mis ojos callan. Y entonces vuelvo a sonreír, pero siempre existe una maldita situación en la que alguien me recuerda lo que soy.
Y me miro, y me visto y no me siento me detesto. Y encerraría mi cuadro en otro mundo para no perderme en el que sobrevivo.



[ Eco de Risas]


- No te rías. Puedo destruirte en cualquier momento, lo más patético es que no quiero hacerlo, porque intento aprender a estar contigo, y prefiero hacerlo a tu lado que no enfrentarme a uno nuevo.
Me alimento de la puta ansiedad que me produces y aborrezco cada porción que toca mis labios, pero saboreo tanto el deseo que sólo lo vomito cuando he terminado.



Apenas podía respirar cuando terminó. Se miró fijamente y dio un puñetazo en el espejo. Cristales por todo el suelo. Sangre en toda su mano.



En silencio, sin voces, sin ecos, se acercó a la puerta y la abrió sin problemas. Regresó a su habitación cogió el inhalador y gastó dos tomas. Cuando pudo tranquilizarse hizo una llamada.




- Necesito ayuda.

14 comentarios:

Miriam dijo...

Jo, me has dejado casi tiritando a mi. Ese paso es el mas importante siempre, darnos cuenta de que necesitamos ayuda. Que bonita tu nueva casa! y yo sin visitarla!!!

Miriam dijo...

Ah!! Este finde bajo a Londres! A ver si cojouna hoja y te la llevo!!! Por que no cogimos una?

Anónimo dijo...

Interesante y estremecedor cuento Jara.
Un placer descubrirte a través de el cuentacuentos :)

Saludos.

Pugliesino dijo...

Escalofriante relato. Narras con gran fuerza la escena,cada paso, cada palabra adquiere forma, volumen,cuerpo abatido por aquello de lo que no puede huir.No puede un tranquilizante combatirlo.La angustia crece junto a la impotencia no exenta de ira hacia aquello por lo que se siente odio, odio que se alimenta de si mismo en una espiral destructiva.
El deseo de cambiarse,de estar al otro lado del espejo,de renacer.
Furia y rabia,un drama bellamente expresado en este monólogo o diálogo interior cuya imagen de las manos apoyadas en el cristal reflejan por si misma la intensidad del relato, de la vida a la que se aferra. Y es que tienes razón, vida solo hay una y hay que disfrutarla.
Un abrazo!

Marisela dijo...

Como decía a otra cuentacuentos, no hay mayores turbulencias que las que por desgracia tenemos dentro de nosotros, pero en el caso de tu historia, cuando esas turbulencias se convierten en patología, eso debe de ser horrible y tú lo has descrito magistralmente.
No sé como sonaría en tu mente, pero desde luego me resulta inmejorable la forma como has contado la crueldad con que somos capaces de dañarnos y odiarnos a nosotros mismos.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

Y, seguramente, esa llamada sea lo único realmente bueno para sí mismo, que el protagonista ha hecho en mucho tiempo...

Impacta, engancha y me ha parecido súper buena. ¿Qué más te puedo decir? ;)

Pues... que MIL BESOTES y nada de aplausos porque son poquita cosa para lo que tú te mereces! ;)

Y no, no te voy a dar las gracias, ¡que lo sepas! :P

tormenta dijo...

escalofríante y agonico como pocos cuentos, qué dureza.
me ha gustado mucho, mantienes el ritmo y te juro que esa voz "Rooooggerr..." me ha puesto los pelos de punta. ^^
un besillo

wannea dijo...

jo der O.O pero que le pasaba a ese hombre?? al principio crei que se trataba de un pacto con el diablo o algo y al final acabé mas bien pensando en alguna adicción
tremendo nena, tremendo
bessos!

Pedro dijo...

ES un autentico relato de terror, lo mires por donde lo mires. Porque da miedo su otro yo, sea este ficticio o nó, y porque las refelxiones y el dialogo son sombrios y contundentes. Lo cierto es que el conjunto es desolador.

Un saludo,

Pedro.

Darka Treake dijo...

Hola Jara!!!

es cierto que hacía tiempo que no nos leíamos, y me alegro mucho de hacerlo ahora!!

No conocía tu nueva casa, y debo decirte que me gusta mucho, enhorabuena!!

Tu relato... buenísimo, tiene muchísima fuerza. Coges la desesperación y la angustia, y las plasmas ahí.
Chapó.

Permíteme citarte:
"...rasgaría cada parte de mi para volverme a crear."

Me ha encantado.

1bsito!!!
Darka.

Anónimo dijo...

Tremenda nena!
Una historia que me congestiona al leerla!
Enhorabuena!
Un pequeño "pero": no es lo mismo mi que mí. ;)
Besos capulla!

Jara dijo...

Recibido capullín. Gracias. :)

Jan Lorenzo dijo...

El primer paso siempre es reconocer que se necesita ayuda, porque con eso ya se tiene la mitad del camino recorrido y la otra mitad, es querer superarlo... Simplemente eso...

Me ha echo temblar a mí este relato... Casi me he sentido como él delante del espejo... Casi como un extraño...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.

Anónimo dijo...

guau como termina el año, jara,,, me gusta muxo tu nuevo blog, es mas relajante q el anterior, no? tan cargado de categorias,, jaja
un beso en tol papo niña
saludos
...y decirte q he leido con atencion verdaderos insultos, ahi, con desprecio aaaarrrg jejee
XAO