sábado, 8 de diciembre de 2007

Estaciones

Cuando se quiso dar cuenta, era otra vez otoño.
Las hojas se desprendían de los árboles
al igual que las lágrimas salían de sus ojos.
¿Se estarían marchitando los sentimientos?
El corazón no latía , al menos no por él,
el deseo continuaba vivo, pero ya tan cerca se encontraba el:
"te echo de menos"...

De camino al invierno,
congelada la tristeza intentó sonreír y se hizo daño
e intentó ir detrás de las huellas que dejaron los recuerdos
pero el sendero resbaladizo la hizo caer y no pudo levantarse,
e intentó agarrarse al primer clavo que encontró y le hizo daño.


Dolor. Le quiso tanto que dolía.
Y no importaba tener cachitos de corazón esparcidos por la habitación,
no importaba que el puñal que le clavaron matando las mariposas del estómago siguiera allí introducido, oxidando todas sus entrañas.
No importaba.


Y llegó a ser primavera,
pero sin colores y sin contexto.
Las flores murieron con el otoño anterior
y no quisieron plantar semillas, no.
¿Para qué dar vida? ¿Para matarla después?


Y el verano se convirtió en una trágica tormenta
mojando los poros de la piel que quedaban vivos,
ahogando el alma hasta sacudirla y hacerla reaccionar.


Le costó 4 estaciones
pero cuando se quiso dar cuenta, era otra vez otoño,
(por llamarlo de alguna manera (al tiempo) )
y esta vez pudo caminar tranquila.

12 comentarios:

Tea Girl dijo...

Parece que la frase ha dado lugar a historias más bien tristes... Pero eso no es malo, porque también hay mucha belleza en ellas.

Me ha gustado tu relato porque me ha recordado a una etapa de mi vida en que me sentía exactamente así, como tú bien describes. Qué razón tienen cuando dicen que el tiempo es sabio, y a veces deben pasar varias estaciones para aprender a olvidar...


Un beso dulce, Jara


PD: Yo también espero volver ;)

Anónimo dijo...

Bonito y dramático poema, querida Jara. :)
Hacía tiempo que no leía unos versos sacados de entre tus dedos.
Es muy bueno.
Un fuerte beso, capullina!

Hell.

Carabiru dijo...

Qué triste, sin embargo el final me hace pensar en que ahora viene lo bueno.

Me ha encantado.

Anónimo dijo...

Me gustó. Qué decir de algo que llega dentro, que sientes letra a letra y encima, te sientes identificado? Todos sufrimos de lo mismo, mejor o peor, pero ahí está, es bueno saber que tarde o temprano se encuentra algo donde agarrarse y seguir hacia adelante.

un abrazo

Anónimo dijo...

Me han encantado tus palabras. Es una historia triste sí, pero a la vez esperanzadora. Sí siempre se sufre, pero todo acaba, quizá al cabo de cuatro estaciones, quizá al cabo de menos o de más, pero siempre se puede dejar eso atrás y empezar de nuevo.

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Vas a tener razón nena... es que va a ser que "la alegría de la huerta" no somos, ¿no?
Yo me comprometo a cumplir el pacto contigo si tú también haces lo mismo... No porque no me guste escribir así y mucho menos porque no me guste leerte así... sino porque ya va siendo hora de que, al menos, nos (les) saquemos una sonrisilla, por muy leve que sea...

Me ha encantado perderme en estas cuatro estaciones y en la sabiduría que se esconde detrás de las palabras que les dan forma.

El tiempo. Es un gran sabio, aunque nos cueste darnos cuenta de ello.

Besotes y aplausos a montones pesiosa! ;)

Mj dijo...

Y llegó a ser primavera,
pero sin colores y sin contexto.



Chapeau!

(Sobreviviremos todos a la tristeza, eso seguro ;) )

Marisela dijo...

Las estaciones del amor, precioso y cierto como la vida misma. Hay que sembrar semillas y regar los sentimientos para que año tras año siga dando mejores frutos si cabe.
No hay mayor dolor que el desamor, pero cuatro estaciones le ha costado olvidarse y preparerse para nuevos enamoramientos. Espero que la próxima vez, si sepan regar, podar e injertar amor de ese que no se puede olvidar a través del tiempo.
Un placer leerte.

Klover dijo...

Paso a paso se recorren los estancos parcelarios en los que dividimos el tiempo...y se barre la tristeza que antes se encargó de matar.

Y el ciclo quizá vuelva a las andadas.

Hasta la próxima ^^

yo, la reina roja dijo...

Me encanta ee cummings, y lo de fotografiar pies-amigos ídem. El relato pues... también me hace evocar "malcosas".

Saludos.

Pugliesino dijo...

Leía y escuchaba al mismo tiempo la melodía de Vivaldi. Versos,música,el tiempo sobre el que gira todo en espontánea espiral de sentimientos como las hojas que el otoño sesgó y que apenas imperceptiblemente volverán a brotar.Y el tiempo no se detiene, pero lo detuviste en este bello poema.
Un abrazo

Jan Lorenzo dijo...

Yo y mis lagrimitas estamos por estos lares... La verdad es que esta semana parece que nos ha invadido la tristeza...

Besines de todos los sabores y abrazos de todos los colores.